Escrito por Diana Ames Edición a cargo Fiorella Perez E l sentimiento de desprecio hacia la población rural se ha manifestado de manera contundente durante estas últimas elecciones presidenciales. En medio de la polarización de la población peruana, muchas han sido las expresiones de racismo y clasismo. Para empezar, se pudieron percibir comentarios despectivos hacia el candidato Castillo, muchos de ellos relacionados a su manera de hablar o a la forma de manifestar sus ideas, lo cual hizo notar los prejuicios y la ignorancia del conocimiento de dialectos y actividades de la serranía por parte de los ciudadanos de la capital. Así, por ejemplo, a fines de abril, cuando Castillo ingresó a la clínica de Lima por problemas respiratorios, el exministro Carlos Bruce le deseó una pronta recuperación y le recordó que, como hombre de los Andes, había atravesado un límite: “Parece que el abundante oxígeno de la costa le afectó por estar acostumbrado al poco oxígeno de la