Escrito por Valeria Murga
El inicio de clases presenciales del año 2020 se vio interrumpido por las medidas de confinamiento dictadas por el gobierno para combatir el COVID-19. Es así que la educación a distancia aparece como alternativa con el propósito de que los niños y jóvenes en etapa escolar continúen con su educación. Para lograrlo, ha sido indispensable que los estudiantes cuenten con acceso a internet, algún dispositivo móvil, televisión o radio. Los dos últimos fueron necesarios para acceder al programa “Aprendo en casa”, en el que se impartían clases por horas al nivel inicial, primaria y secundaria por todos los canales de televisión nacional y por radio. Sin embargo, la educación virtual en el país, tiene grandes obstáculos, ya que la brecha digital de las TICs es un problema histórico en el Perú (Juan Takehara, 2020).
Según el INEI, en el segundo trimestre del 2019, solo el 6% de hogares rurales tenían acceso a una computadora y el 4,9% a internet, en contraste con el área urbana que reportó que casi el 40% de los hogares accedían a ambas TICs. Estas cifras evidencian la amplia brecha digital que existía antes de la pandemia, y si bien hubo esfuerzos para reducirla, no es, hasta la llegada de esta, que se vuelve uno de los principales objetivos educativos. De esta manera, en el segundo trimestre del 2020, el 7% de los hogares rurales accedieron a una computadora y el 5 %, a internet. Para el cuarto trimestre del mismo año, el acceso a una computadora aumentó a 8% y, a internet a 9,9% para esta zona (INEI, 2020). El aumento en el acceso a estas TICs en el área rural puede explicar el aumento de matriculados de todos los departamentos en el sistema educativo rural en el año 2020 respecto al 2019. En el siguiente gráfico se muestra que en el departamento de Cajamarca el número de estudiantes matriculados creció en 52.36%, en Huancavelica su crecimiento ha sido de 79,11% y en Ayacucho fue de 81.74%.
Fuente: INEI - SISTEMA DE INFORMACIÓN REGIONAL PARA LA TOMA DE DECISIONES
No obstante, el número de estudiantes matriculados no evidencia que hayan asistido a clases ni terminado el año escolar. Para una aproximación de ello, tenemos la tasa de asistencia escolar que se presenta de dos maneras: tasa bruta y tasa neta. La tasa bruta de asistencia se refiere a la población en general que asiste a algún nivel educativo, y la tasa neta de asistencia es entendida como la asistencia de la población en edad normativa al grado de educación que le corresponde a su edad (INEI, 2014). En el cuarto trimestre del 2020, en el área rural, tenemos que a nivel primaria la tasa neta de asistencia escolar disminuyó en 2,8% y, en el nivel secundario, esta se redujo en 1,5% con respecto al año 2019. La educación secundaria en esta área también registra una disminución del 1,5% en la tasa neta de asistencia escolar (INEI, 2020).
Si bien se ha incrementado el número de estudiantes matriculados en el ámbito rural , la tasa de asistencia escolar refleja que, posiblemente, no hayan recibido clases en la modalidad no presencial. Ante ello surge la pregunta: ¿El Estado tomará acción para asegurar la asistencia escolar en el año 2021? El presupuesto público para el sector Educación en el 2021 asciende a 33,132 millones, siendo 5,8% más respecto a 2020. Este está dividido en tres partes: 965 millones serían destinados específicamente para asegurar una mayor operatividad de internet a docentes y la apertura de escuelas, 1173 millones para becas y créditos con el que se beneficiarían 85617 jóvenes, y 259 millones en ampliación de matrícula tanto en educación básica como en superior (MEF, 2021). En el sentido de mejorar la conectividad y reducir la brecha digital, en el mes de marzo del presente año, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció que se instalará internet gratuito en 6,531 plazas rurales a nivel nacional en un radio de 300 metros. Para este año, se prevé que se instalen la mitad, que beneficiará a 900,000 peruanos (El Peruano, 2021).
El presupuesto público, a partir de la reducción de brechas digitales, busca ampliar la matrícula escolar y las becas. Sin embargo, no se ha destinado un presupuesto al fortalecimiento de la asistencia escolar, que no solo depende de tener un dispositivo móvil y acceso a internet, sino que también de la situación en la que se encuentran los hogares. El día 14 del mes de mayo del presente año, el INEI informó que la pobreza monetaria afectó al 45,7% de la población del área rural 4,9% más respecto al año 2019 (INEI, 2021).
En conclusión, el Estado y las entidades públicas deben tomar acciones con una visión integral. La disminución en la asistencia escolar rural no solo puede responder a las brechas digitales, sino también a la condición de pobreza y pobreza extrema que afectaron a los hogares durante el año 2020. Esto se debe a que al obtener ingresos per cápita inferiores al valor de una canasta mínima de alimentos, las familias solo consumen o gastan en servicios esenciales para sobrevivir. Y, como se sabe, la educación a distancia requiere de un pago por el servicio de internet y de electricidad, además de los materiales que requieren los estudiantes para el desarrollo de las clases.
Referencias
Instituto Nacional de Estadística e Informática.(2020). Estadísticas de las Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares. Trimestre: Abril-Mayo-Junio 2020. Recuperado de:informe_tic_abr-may_jun2020.pdf (inei.gob.pe)
Instituto Nacional de Estadística e Informática.(2021). Estadísticas de las Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares. Trimestre: Octubre-Noviembre-Diciembre 2020. Recuperado de: 01-informe-tecnico-tic-iv-trimestre-2020.pdf (inei.gob.pe)
Instituto Nacional de Estadística e Informática.(2014). Perú: Indicadores de Educación por Departamentos, 2001-2012. Recuperado de: cap02.pdf (inei.gob.pe)
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