1. El nacimiento del Primero de como el Día Internacional de los TrabajadoresEste sábado primero de mayo del 2021 celebramos el Día Internacional de los Trabajadores. Esta fecha tiene sus raíces históricas en diversos hechos del pasado que buscaron mejores condiciones laborales para las clases trabajadoras. Uno de los eventos más importantes es la huelga iniciada el 1° de mayo de 1886 en Haymarket-Chicago donde grupos socialistas y anarquistas se manifestaban por una jornada laboral de 8 horas . A la cabeza estaban Lucy Parsons y Albert Parsons como líderes de este movimiento, este último condenado a muerte por su participación en estas manifestaciones (Muñoz, 2019). Este hecho marcó el futuro de Lucy Parsons, viéndose más decidida de luchar por los derechos laborales.
Estas huelgas en Chicago conquistaron finalmente la jornada laboral de 8 horas en Estados Unidos en el mismo año de la Revuelta de Haymarket (Muñoz, 2019). Pero la real internacionalización de esta fecha se dio en 1889 cuando el Congreso de París de la Segunda Internacional acordó celebrar el "Día del Trabajador" el 1° de mayo, enlazando simbólicamente este día con la huelga del 1° de Mayo de 1886 en EEUU, en honor a los mártires de Chicago (Ministère du Travail, de l’Emploi et de l’Insertion, 2018).
En nuestro país, el Día del Trabajo se celebró por primera vez en un acto público en 1905, fue en ese mismo año que el Gobierno de José Pardo y Barreda estableció el día laboral de 8 horas para los trabajadores de la Provincia Constitucional del Callao (Vadillo, 2019). Pero la generalización de este derecho por todos los peruanos fue proclamado solamente 14 años después, el 15 de enero de 1919 (Vadillo, 2019).
¿Cuál es el estado actual del mercado laboral peruano? Situación actual y desafíos
Como se mencionó anteriormente, solo en el año 1919 se llevó a cabo la generalización del derecho a la jornada laboral de 8 horas para todos los peruanos. A partir de ese entonces se lograron conquistar mayores beneficios laborales y, actualmente, los trabajadores formales cuentan con los siguientes derechos laborales de acuerdo al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE, 2014):
A una remuneración mínima vital.
A una jornada máxima de trabajo de 8 horas diarias o hasta de 48 horas por semana.
A un tiempo de refrigerio de mínimo 45 minutos.
A un descanso laboral de 24 horas consecutivas cada semana como mínimo.
A una licencia pre-natal y post-natal.
A una licencia por paternidad.
A vacaciones anuales, gratificaciones, seguro de salud, CTS, vacaciones truncas, a la libre asociación, entre otros.
Sin embargo, una de las características de nuestro mercado laboral es la alta tasa de informalidad que no permite que estos derechos sean efectivos para todos los trabajadores. En efecto, entre julio 2019 y junio 2020, la tasa de empleo informal ascendió a 74,3%, es decir, 1,7 puntos porcentuales más que lo registrado en el año julio 2018 - junio 2019 (Gamero & Pérez, 2020). Esta es una tasa extremadamente alta de informalidad que implica un círculo vicioso de generación de empleos de baja calidad, una reducción de los ingresos tributarios del Estado Peruano, una baja bancarización de hogares, además de una trampa laboral que ensanchan brechas de desigualdades socio-económicas.
Asimismo, tenemos un mercado de trabajo caracterizado por sectores productivos vulnerables ligados a la informalidad o la formalidad de baja calidad, tales como el sector de mantenimiento y reparación de vehículos automotores y motocicletas, alojamiento y restaurantes (Gamero & Pérez, 2020). Y, por otro lado, tenemos poblaciones frágiles compuestas por jóvenes y mujeres más expuestas a la pérdida de un empleo, la no remuneración por su trabajo y condiciones laborales deplorables en general. Con respecto a la población juvenil, en nuestro país se observa una alta incidencia de jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis) y que están ligados a niveles altos de pobreza. En efecto, esa sería la causa por la que no acceden a educación superior y tampoco consiguen un empleo (Franco & Ñopo, 2018).
Por otro lado, en lo que respecta a la situación de vulnerabilidad de la mujer en el mercado de trabajo peruano, tenemos que “la proporción de mujeres empleadas en sectores de alto riesgo es de 55,9%, mientras que el porcentaje de jóvenes de 15 a 29 años en estos sectores es de 30,4%” (Gamero & Pérez, 2020). En términos salariales, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática, las brechas de género persisten: el ingreso promedio mensual de los varones (1565,6 soles) continúa siendo superior al obtenido por las mujeres (1107,3 soles) para el año 2017 (INEI, 2018). Asimismo, la posición de la mujer aún se encuentra relegada con respecto a las posiciones laborales que ocupan. Es así como encontramos que solo el 35% de los cargos de alta dirección en el Perú son ocupados por mujeres. Y a nivel público, apenas tres de cada diez funcionarios o directivos de instituciones del estado son mujeres (Cuadros, 2018).
Estas falencias de nuestro mercado laboral se ven aún más en situación de riesgo frente a una crisis sanitaria que ha golpeado inconmensurablemente al mercado informal y a las poblaciones vulnerables. Solo tomando el caso de los jóvenes (en específico los ninis) y las mujeres, sumado al trabajo informal y el subempleo latente, el presente contexto de crisis implica una situación de regresión en la reducción de brechas de desigualdades sociales, económicas y de género. Los desafíos en los próximos años para el sector público y privado será no solo de promover el trabajo, sino también de crear empleo formal, desarrollando medidas que promuevan la participación de las mujeres en puestos de liderazgo y creando oportunidades laborales descentralizadas. Hoy, en el Día Internacional del Trabajador, conmemoramos las acciones históricas de nuestros ascendientes y reflexionamos también en todo lo que nos resta por conquistar en materia laboral.
Referencias
Cuadros, F. (2018). El rol de la mujer peruana en el mercado laboral. Recursos Humanos, el portal del Capital Humano https://www.infocapitalhumano.pe/recursos-humanos/informes/el-rol-de-la-mujer-peruana-en-el-mercado-laboral/
Franco, A. P., & Ñopo, H. (2018). Ser joven en el Perú: educación y trabajo. https://www.grade.org.pe/wp-content/uploads/AI37.pdf
Gamero, J., & Pérez, J. (2020). Perú: Impacto de la COVID-19 en el empleo y los ingresos laborales. Organización Internacional del Trabajo. https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/documents/publication/wcms_756474.pdf
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). (2018). Perú: Indicadores de Empleo e Ingreso por departamento 2007-2017. https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1537/libro.pdf
Ministère du Travail, de l’Emploi et de l’Insertion. (2018). L’Histoire du 1er mai en 5 infos-clés. https://travail-emploi.gouv.fr/actualites/l-actualite-du-ministere/article/l-histoire-du-1er-mai-en-5-infos-cles
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. (2014). El 1, 2, 3 de la formalización laboral. https://www.trabajo.gob.pe/archivos/file/informacion/TRABAJADORES/DLT_formacion_laboral.pdf
Muñoz, G. (2019). Recordamos a Lucy Gonzalez Parsons organizadora de la lucha por las 8 horas. La Izquierda Diario - Red internacional. http://www.laizquierdadiario.com.uy/Recordamos-a-Lucy-Gonzalez-Parsons-organizadora-de-la-lucha-por-las-8-horas
Vadillo, J. (2019). El país que recibió las 8 horas. Diario Oficial El Peruano. https://elperuano.pe/noticia/74714-el-pais-que-recibio-las-8-horas
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