Escrito por Emilia Bardales En el mes de mayo se celebra a las personas más importantes de nuestras vidas: las madres. Como se sabe, su rol es fundamental para el desarrollo de la sociedad debido a su influencia en diversas dimensiones del hogar, tanto en el ámbito afectivo como económico. Sin embargo, uno de los factores que podrían afectar su desempeño en todo ámbito es su estado mental, tema que ha tomado realce en los últimos años.
IMPORTANCIA Y ESTADÍSTICAS DE LA SALUD MENTAL MATERNA
Muchas mujeres en estado de embarazo o postparto suelen sufrir cambios drásticos a nivel emocional que puede conllevar a trastornos mentales. Sin embargo, cuando la detección no es rápida, surgen consecuencias que repercuten no solo en el bienestar y funcionamiento de la madre, sino, también, en los resultados obstétricos y neonatales, en el vínculo con el bebé y en el desarrollo de este. La ausencia de un adecuado tratamiento tiene una repercusión importante sobre la madre gestante, el niño, la familia y la sociedad (García, 2021).
Las estadísticas de INFOCOP (2020) estiman que 1 de cada 5 mujeres experimentan distintos trastornos en el periodo perinatal (depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo entre otros) y 7 de cada 10 mujeres ocultan o minimizan sus síntomas. Más aún, sin comprensión, apoyo y tratamiento, estos problemas de salud mental tienen un impacto devastador en las mujeres afectadas, en sus parejas y familias.
SALUD MENTAL MATERNA Y CRISIS ECONÓMICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
La relación entre salud mental y economía puede parecer difusa en teoría, sin embargo, en la realidad, los efectos son claros. Muchos expertos afirman que existe un vínculo entre dificultades económicas y salud mental, puesto que un sueldo precario, los gastos inesperados, la incapacidad de ahorrar o los tratamientos médicos conllevan a un desembolso importante. Estos suelen ser factores que pueden desencadenar estrés, ansiedad y otros trastornos (BBVA, 2019). Por otro lado, el incremento de trastornos mentales puede afectar la libertad de las personas desde el enfoque del Estado de Bienestar. Según Amartya Sen, la capacidad de realización o libertad efectiva es primordial para que el individuo pueda disfrutar de los bienes que posee. En el caso de las personas con algún tipo de discapacidad física o mental, pueden poseer más bienes primarios que otras personas, pero, al mismo tiempo, menos capacidad debido a su minusvalía (Sen, 1995).
Evidentemente, todo ello, se ha reflejado durante la pandemia por la COVID-19, donde se han agravado los problemas de salud mental, especialmente, en las mujeres madres. Una de las principales causas fueron las medidas de confinamiento establecidas por los gobiernos. Sin embargo, la crisis económica, que se generó en la mayor parte del mundo, golpeó a las mujeres a nivel global con mayores tasas de desempleo, contratos más precarios y salarios más bajos (Recio, 2021).
En Europa, el porcentaje de empleo de las mujeres es 67 % frente a un 78% de los hombres. Estas cifras muestran una brecha ocupacional de 11%, y en la brecha salarial todavía hay una diferencia de 14 puntos (Redacción NIUS, 2021). Por su parte, el artículo de Parasi (2021) recopiló estudios y datos estadísticos de algunos países europeos como Inglaterra, Canadá y Grecia, además del país epicentro de la pandemia, China.Todos estos concluyeron un aumento de síntomas asociados al malestar emocional desde que la COVID-19 se expandió. Entonces, la crisis sanitaria y económica han impactado, evidentemente, en la salud mental de las mujeres embarazadas y madres de niños pequeños causándoles cuadros de ansiedad y depresión.
SALUD MENTAL MATERNA EN EL PERÚ
Desafortunadamente, en Latinoamérica y, especialmente, en el Perú no existen estudios ni evidencias sobre la situación de la salud mental en las madres. Es preocupante la escasez de información en estos tiempos de pandemia, porque no se pueden plantear las medidas adecuadas para una mejor intervención psicológica a mujeres embarazadas y en etapa de post-parto.
CONCLUSIÓN
En síntesis, la salud mental materna es un problema relevante en el contexto de la pandemia. Una de las mayores limitaciones es la escasa información en nuestro país sobre dicho asunto. Sin embargo, la relación entre economía y salud mental, explican cómo los periodos de recesión económica pueden afectar notablemente al estado mental y la capacidad de poder disfrutar de los bienes que posee un individuo, según el enfoque de Sen.
Por lo tanto, se recomienda realizar más investigaciones al respecto y, de esta manera, influir en las políticas del gobierno para brindar apoyo social. A su vez, es necesario promover los tratamientos adecuados y los primeros auxilios psicológicos a las mujeres madres en condiciones de desarrollar trastornos mentales.
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