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Mujeres en Afganistán: economía y educación frente a la amenaza del régimen talibán

      Escrito por Nadja Florián

Edición a cargo Fiorella Perez 

"Ya hemos visto en las noticias que muchas niñas han sido devueltas de la universidad, a muchas de ellas se les ha pedido que se casen a los 15, 12 años. Esta es realmente una crisis humanitaria urgente, a la cual tenemos que proporcionar nuestra ayuda y apoyo". – Malala Yousafsai, activista por los derechos y educación de las mujeres (BBC, 2021)

Durante los últimos días, han circulado cientos de noticias e imágenes relacionadas a la situación que actualmente se vive en Afganistán: tras 20 años de la presencia militar estadounidense, sus tropas han comenzado su retiro de este territorio. 


Esto ha ocasionado que los talibanes, quienes hasta el 2001 se encontraban al mando de este país, tomen el control de las ciudades más importantes de Afganistán y amenacen con retornar al régimen impuesto durante el periodo 1996-2001, lo cual, implica un gran retroceso en las libertades y derechos de los ciudadanos afganos. Pero, ¿cómo afecta esto en particular a las mujeres? ¿Frente a qué nuevos riesgos se enfrentan las mujeres afganas ante la amenaza del avance talibán?


A continuación, se evaluará el rol que desempeñó la mujer en Afganistán durante dos etapas: el periodo de presencia del régimen talibán y de intervención estadounidense. Además, se analizarán las nuevas circunstancias, enfatizando en los ámbitos de economía y educación, a las que se enfrentan las mujeres y los retos que deben afrontar las instituciones gubernamentales, y nosotros como sociedad, para evitar que estas retornen a una situación de vulnerabilidad frente a este nuevo contexto sociopolítico.  


“Reinado del terror”: mujeres afganas durante el periodo 1996-2001


Durante las primeras décadas del siglo XX, en Afganistán se generó un avance significativo en los derechos que las mujeres gozaban. Es así que entre los años 1919 y 1929, las mujeres acceden al derecho al voto, se permite su acceso a las escuelas y se abolió la ley de matrimonio forzado y matrimonio infantil (Martel, 2021). Posteriormente, se les permitió ejercer distintas profesiones como profesoras, doctoras y algunos cargos públicos. Sin embargo, tras la llegada de los talibanes y la toma de la capital de Afganistán, Kabul, en 1996 y asentar así su poder en el país, no solo se detuvo este avance, sino que hubo un retroceso en todos los derechos ganados hasta el momento en favor de las mujeres. 


Imagen: Los talibanes toman Kabul, capital de Afganistán el 27 de septiembre de 1996. Portal web History.


Entre las principales restricciones, se prohibió que las mujeres ejerzan algún tipo de trabajo, ocasionando así que el 84,5% de mujeres manifestaran que no se encontraban disponibles ofertas de trabajo para ellas; se limitó su educación hasta el nivel primario; se prohibió su presencia en espacios públicos si no estaban acompañadas de algún hombre de su familia y se las obligó a utilizar el burka (Barrera y Jarmill, 2011; Román, 2019). Estas prohibiciones afectaron principalmente a las mujeres en áreas urbanas, mientras que, en las áreas rurales, su situación no cambió significativamente.


En un estudio realizado por Physicians for Human Rights en el 2001, se encontró que, en los lugares dominados por los talibanes, el 82% de las mujeres reportaron ser amas de casa, a comparación de un 89% en áreas sin predominancia talibán (Benard et al., 2008). A pesar de esta situación, muchas mujeres debieron enfrentarse a ser jefas de hogar sin oportunidades educativas ni laborales, y en muchos casos sin el apoyo económico de algún hombre en el hogar debido a las consecuencias del periodo previo de guerra, que le permitan generar ingresos para el hogar.


Frente a este contexto, surgió la Revolutionary Association of Afghan Women (RAWA), movimiento feminista que buscó luchar por los derechos de las mujeres y la justicia social. Esta asociación, durante el régimen talibán, creó alrededor de 160 escuelas clandestinas con 21.296 estudiantes mujeres; además, brindó servicios de salud y permitió que muchas mujeres que trabajaban en esta asociación generen ingresos económicos para su subsistencia (Román, 2019). Es así que el ascenso del régimen talibán en el poder incrementó la posición de vulnerabilidad en la que se encontraban las mujeres, especialmente en las ciudades como Kabul, y fueron las mismas afganas quienes, arriesgándose, trataron de amortiguar esta situación a través de distintas iniciativas.


Imagen: Amenaza a la educación de la población femenina en Afganistán con la llegada de los talibanes.


Derechos y economía de Afganistán durante la intervención norteamericana


En el 2001, luego del atentado hacia las Torres Gemelas, las fuerzas estadounidenses desplegaron sus tropas sobre el territorio de Afganistán, ocasionando así que los talibanes pierdan el control que poseían sobre este país. Esto significó un avance paulatino en la recuperación de los derechos de las mujeres que fueron arrebatados durante el régimen talibán.


En efecto, en el 2004 se promulgó una nueva constitución que buscó promover y garantizar los derechos de las mujeres: el artículo 22 prohíbe todo tipo de discriminación entre hombres y mujeres, el 33, las permite elegir y ser elergidas para cargos públicos, el 43, convirtió a la educación, y el 48 al trabajo, en derechos de todo ciudadano afgano, y, finalmente, el artículo 44 promueve la creación de programas educativos en favor de una educación balanceada para las mujeres (Barrera y Jaramill, 2011).

Tasa de participación en la fuerza laboral en Afganistán

por género % 1990-2019

Fuente: Banco Mundial

Particularmente, durante la ocupación estadounidense, las mujeres experimentaron un periodo de mejora en materia económica. Los datos del Banco Mundial (s.f.) evidencian que, durante el periodo 1996-2001, la tasa de participación laboral femenina entre 15 y 64 años disminuyó en 0.25%; mientras que, para el periodo 2001-2019, esta se incrementó en 7.24%. Se alcanzó así la mayor participación laboral femenina en el 2019, con un 22.74% del total de mujeres en edad de trabajar, una cifra aún muy por debajo de los estándares mundiales.


Es importante resaltar, que en Afganistán, país con una economía predominantemente agrícola, el mayor porcentaje de esta fuerza laboral femenina se encuentra en provincias centrales como Kabul, Bamiyan y Ghor, en donde las mujeres trabajan en actividades manufactureras, y en servicios comunitarios, sociales y personales; mientras que en zonas más rurales, como Kapisa y Parwan, se concentra en la manufactura y agricultura (UNFPA, 2017). 


Mujeres afganas en actividades agrícolas

No obstante, todavía persisten grandes obstáculos para el desempeño laboral de las mujeres. Para aquellas que laboran en el campo, los estigmas sociales y culturales generan que estas no estén involucradas en la venta de sus productos en los mercados,  que le sean restringidas la posesión de propiedades y que presenten restricciones en cuanto a su movilidad. Todo ello las obliga a depender de los hombres afganos para gran parte de sus actividades cotidianas fuera de su hogar, esto limita significativamente su empoderamiento económico.


Por otra parte, aquellas mujeres que laboran en el área urbana y cuentan con una educación superior, logran ejercer trabajos como profesoras, enfermeras; sin embargo, el valor de su trabajo es infravalorado y reciben muy poca compensación económica por estas actividades. En el caso de las mujeres sin educación, permanecen como trabajadoras del hogar (Benard et al., 2008). 


Tejedoras afganas de las populares alfombras de lana.

Con la paulatina incorporación de las mujeres en el mercado laboral, la economía afgana presentó una mejoría. Según los datos disponibles del Banco Mundial (s.f.), para el año 2002, un año después de la intervención norteamericana, el PBI per cápita en este país fue de US $330.30 evaluado en precios constantes; mientras que, para el 2020, este fue de US $549.39. Parece ser así que la economía afgana, los derechos y la participación laboral de la mujer experimentaron una mejora tras la expulsión de los talibanes y la intervención norteamericana; sin embargo, la persistencia de estigmas sociales y religiosos, y la falta de apoyo internacional, dificultaron que, en este periodo, se logren avances significativos. 


En provincias centrales como Kabul, Bamiyan y Ghor, las mujeres tienen mayor libertad económica, aún así, no son bien vistas por la población afgana.

Perspectivas y desafíos ante el avance talibán


“Les aseguramos que no habrá violencia contra las mujeres” “No se permitirá ningún prejuicio contra las mujeres, pero los valores islámicos son nuestra estructura”. - Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes en Kabul 2021


Ante la amenaza del regreso del régimen talibán, muchas mujeres afganas han expresado su miedo y temor ante el riesgo de volver a perder los pocos derechos que han logrado obtener durante estos últimos 20 años. 

"Las mujeres han cambiado social, psicológica y políticamente. La mayoría de nosotras nos estamos escondiendo. No podemos ni estar en las redes sociales, no podemos hacer nuestro trabajo, no podemos salir de nuestras casas". - Zarifa Ghafari, alcaldesa afgana (BBC, 2021)


Uno de los principales cambios que proponen los talibanes al retornar al poder es limitar la educación de las mujeres y su participación laboral a determinados cargos asociados al género, como enfermeras y doctoras. Esto no solo las vuelve a colocar en una situación de vulnerabilidad social y económica, sino que también amenaza con debilitar la economía nacional.


El éxito de Afganistán y su pueblo depende del trabajo de la mujer, al conformar la mitad de la población afgana, y por lo tanto, se ven directamente perjudicados por su mala situación económica (Benard et al., 2008). En adición a este riesgo, Afganistán se encuentra en una situación internacional crítica. La BBC News (2021) reportó que para el año 2019, el 22% del ingreso general nacional provenía de ayuda extranjera, apoyo que ya no sería dado en caso los talibanes tomen el control de Afganistán. 


Ante esto, los organismos e instituciones enfrentan un gran reto: evitar este escenario. Si bien es cierto, los esfuerzos realizados durante los últimos 20 años han sido insuficientes, se debe pensar, urgentemente, en nuevas estrategias para garantizar espacios de seguridad y libertad para las mujeres ante este nuevo contexto.


La educación es una de las claves: tal como manifestó Humans Rights Watch (2009), la mayor inclusión de las mujeres en la educación no solo beneficiaría a sus indicadores de salud, sino que también fortalecería su participación laboral, contribuyendo así a la economía y gobernanza de Afganistán. Sin embargo, esta por sí sola no es la solución. Se necesita, en complemento, programas que mejoren el nivel de alfabetización de las mujeres, que les permita el acceso a los mercados y capacitaciones que mejoren su desempeño profesional. 



“A los extremistas les asustaban y asustan los libros y los lápices. Les asustan las mujeres” - Malala Yousafzai, 2012 (declaración en respuesta al atentado que sufrió a manos de talibanes por defender la educación de las mujeres).





Bibliografía


Banco Mundial (s.f.) PIB per cápita (US$ a precios constantes de 2010) - Afghanistan. Recuperado el 24 de agosto de 2021 de https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.PCAP.KD?locations=AF


Banco Mundial (s.f.) Tasa de participación en la fuerza laboral, mujeres (% de población femenina entre 15-64 años) (estimación modelado OIT) - Afghanistan. Recuperado el 24 de agosto de 2021 de https://datos.bancomundial.org/indicator/SL.TLF.ACTI.FE.ZS?locations=AF


Barrera, M. J. R., & Jaramill, S. S. (2011). El futuro de las mujeres en Afganistán ¿cómo proteger sus derechos? Journal of International Law, 2, 01.


BBC New Mundo (18 de agosto de 2021). Afganistán: qué ocurre ahora con la economía del país tras la llegada de los talibanes (y cuál puede ser el papel de China). https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58244447


BBC New Mundo (20 de agosto de 2021). Afganistán: la tensa nueva realidad en las calles tras el regreso del Talibán. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58277229


Benard, C., Jones, S., Oliker, O., Thurston, C., Stearns, B., & Cordell, K. (2008). Economic Participation and Women. En Women and Nation-Building (pp. 81-106). Santa Monica, CA; Arlington, VA; Pittsburgh, PA: RAND Corporation. Recuperado el 26 de agosto de 2021 de http://www.jstor.org/stable/10.7249/mg579imey-cmepp.13


Human Rights Watch (6 de diciembre de 2009). We Have the Promises of the World: Women’s Rights in Afghanistan. Recuperado el 21 de agosto de 2021 de https://www.hrw.org/report/2009/12/06/we-have-promises-world/womens-rights-afghanistan


Martel, I. (19 de agosto de 2021). Cómo era la vida en Afganistán en los años 70 ABC. https://www.abc.es/internacional/abci-como-era-vida-afganistan-anos-70-nsv-202108171325_noticia.html


Román Mora, D. M. (2019). El gobierno del régimen Talibán y la violación de Derechos Humanos de las mujeres en Afganistán, en el periodo 1996-2001 (Bachelor's thesis, PUCE-Quito).

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