Escrito por Ana Rioja
Edición a cargo Emily Saavedra
En este artículo se analizan las principales ventajas y desventajas del fracking. Asimismo, se observa la situación de este proceso tecnológico en el Perú y, finalmente, con el objetivo de explorar posibles soluciones, se expone su relación con la economía ambiental.
El fracking es un proceso que permite liberar el petróleo y el gas atrapados en rocas del subsuelo, pero que también puede tener un costo demasiado alto en términos económicos, energéticos y, principalmente, ambientales (Guerrero, 2021).
“Si no hay un cambio de matriz energética en el país, la vida no va a valer un centavo en diez años”(Castro, 2018)
El fracking, hidrofracturación o fracturación hidráulica es una tecnología de desarrollo no convencional de perforación probada que se usa para extraer petróleo, gas natural, energía geotérmica o agua de fuentes subterráneas en yacimientos de poca accesibilidad. En la práctica, ello supone excavar un pozo profundo para luego bombear un fluido (principalmente compuesto de agua) y, de esta forma, liberar el gas o petróleo atrapado en rocas del subsuelo. Una vez liberado, los hidrocarburos son bombeados a la superficie (Enterarse, 2019).
Entre los beneficios más notorios del fracking, destacan la reducción de las emisiones de carbono, la generación de independencia energética, el aumento de los índices de empleo y, con ello, la mejora en la eficiencia productiva. Sin embargo, su ejecución y promoción provoca que sea nocivo para el medio ambiente y las personas, desperdicios de agua, problemas de contaminación del agua, reduce el precio del petróleo, entre otros (Cumbre Pueblos, 2019).
Partiendo del lado positivo, quienes abogan a favor del fracking sostienen que este proceso no solo permite el suministro de electricidad y es abundante, sino que también es una mejor alternativa a los combustibles fósiles, ya que su implementación se traduce en menores emisiones de carbono (Cumbre Pueblos, 2019). Otra ventaja es que la fracturación hidráulica, al ser un proceso largo, requiere de un mayor uso de mano de obra. Las actividades de perforación se realizan las 24 horas del día y, una vez que se descubren el petróleo y el gas, también tienen que ser transportados requiriendo de un mayor número de trabajadores. Además, el empleo del fracking en un país podría garantizar la dependencia energética de los principales productores de petróleo y gas, tales como EEUU o Rusia. Ello, a través de las importaciones, favorecería a la balanza comercial y, consecuentemente, la economía nacional (Fracking, 2019).
En cuanto a los aspectos negativos del fracking (los cuales son mayores a los positivos), se sabe que esta práctica, a pesar de la aparente reducción de las emisiones de carbono provocadas por el fracking, aún genera externalidades negativas, tales como la contaminación del agua y el ruido. La operación de hidrofracturación en sí puede no estar emitiendo carbono en el aire en la planta tecnológica, pero eso no significa que todo lo necesario para llevar a cabo el proceso de liberación de gas o petróleo sea amigable con el ambiente. Por ejemplo, los camiones cisterna que realizan constantemente viajes desde la planta hasta los yacimientos (y viceversa) aún queman combustibles fósiles y emiten carbono (Cumbre Pueblos, 2019). Asimismo, quienes viven en el perímetro del sitio serán sometidas al ruido causado por la perforación y, además, a las emisiones de gases provenientes de los petroleros.
Sobre la afirmación de que el fracking usa un menor consumo de agua gracias a la sustitución del combustible fósil por gas natural, hay que reconocer que este no es el caso mientras la perforación aún está en curso. En realidad, otra desventaja del fracking es que se necesitan millones de galones de agua en una sola actividad de este proceso de extracción, por lo que termina afectando el suministro de agua en distintas zonas aledañas (Guerrero, 2021). El uso de esta tecnología permite reducir costos de extracción a los petroleros y, con ello, ofertar petróleo a menor precio. En consecuencia, los países energéticamente dependientes mantienen su nivel alto de demanda de este bien, a pesar de sus graves impactos ambientales. (Cumbre Pueblos, 2019). Por último, aunque todavía se podría continuar listando las desventajas, cabe mencionar que existen más de 600 químicos cancerígenos usados en la mezcla del líquido de fracturamiento y esto, en definitiva, puede afectar la salud de los trabajadores empleados en estos lugares.
Observando este panorama general, se puede intuir que, en el contexto peruano, la situación es similar. Castro (2018) analizó los problemas que conllevaba, en ese entonces, la Ley de Hidrocarburos:
“En el Perú se han encontrado grandes yacimientos de Hidrocarburos No Convencionales (HNC), uno de ellos es 'Shale Gas' en el sur del país, así como petróleo liviano y mediano. Para realizar la práctica de fracking, se utilizan gases tóxicos como metanol, benceno, tolueno, xileno, entre otros. El impacto que estos gases causan a nivel de la biodiversidad, se ha comprobado sobre todo en la selva, donde hay gran potencial hidrocarburífero. Además, existen evidencias de cómo la fauna silvestre se alimenta de los suelos y aguas contaminadas, por ejemplo”.
Además, Castro (2018) señaló que la nueva Ley de Hidrocarburos, finalmente aprobada, pretendía legalizar prácticas invasivas para el subsuelo, suelo, biodiversidad y salud de habitantes en zonas cercanas a las concesiones mineras y petroleras.
En definitiva, se esperaría que el principal daño ocurriría en la Amazonía peruana, por las ya previamente comentadas amenazas. Los riesgos más evidentes del fracking son (i) la contaminación del medio ambiente, debido al carácter agresivo de la técnica y, más específicamente, (ii) la contaminación de los reservorios de agua o de venas de agua que existen bajo la superficie (Servindi, 2018). Esta técnica de explotación de hidrocarburos no convencionales genera desconfianza por los graves daños ambientales, de carácter irreversible, que ya ha provocado en la cuenca hidrocarburífera del Marañón. Tras los subsecuentes derrames del oleoducto norperuano que transporta crudo pesado (heavy oil) y crudo liviano (light oil), fue esta cuenca en las regiones de Loreto y Amazonas la víctima de tal crimen medioambiental (Servindi, 2018).
La hidrofracturación, a su vez, plantea efectivamente graves peligros para las fuentes de agua, más aún en una región tan sensible por su biodiversidad como es la región amazónica (una región ya de por sí muy vulnerable). Las poblaciones más afectadas con el fracking serían los pueblos indígenas, tales como los Achuar, los Kichua, y los Cocama (Cumbre Pueblos, 2019). Además, también serían vulnerables las poblaciones indígenas de San Martín, Huánuco, Ucayali, Junín, Cusco y Madre de Dios y las poblaciones costeras, desde Tumbes hasta Moquegua y pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial (Servindi, 2018).
Tras haber presentado en qué consiste el fracking y cómo es su situación en nuestro país, es posible presentar brevemente algunos conceptos claves sobre la economía ambiental y la relación que esta tiene con la hidrofracturación. En líneas generales, la economía ambiental nace de la incorporación del medio ambiente en el análisis económico y de cuatro conceptos claves: economía ecológica, economía de los recursos naturales, desarrollo sostenible y equilibrio natural. De ahí que, la economía ambiental también se encarga de estudiar la mejor forma de regular la actividad económica para reducir el impacto ambiental negativo. La relación de la economía ambiental con el fracking puede ser analizada a partir del siguiente gráfico:
Fuente: Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP)
En el Gráfico 01, se aprecia los distintos niveles de hectáreas de superficie terrestre y marina protegida según categoría; es decir, una superficie de tierra y/o mar especialmente dedicada a la protección y el mantenimiento de la diversidad biológica, así como de los recursos naturales y culturales asociados, administrada a través de medios jurídicos u otros medios eficaces (Sistema Nacional de Información Ambiental, SINIA, 2019). Así, la economía ambiental permite, a través de la promoción y formulación de políticas económicas, que esta superficie terrestre protegida no esté expuesta a masivos abusos de fracking. El indicador señala la importancia que se le asigna en el país a la conservación de la diversidad biológica, a la herencia cultural, la investigación científica (incluyendo monitoreo de línea base), recreación, mantenimiento de los recursos naturales y otros valores, mediante la protección de las áreas de usos incompatibles (SINIA, 2019).
En suma, el fracking es una técnica que permite extraer el llamado gas de esquisto y el petróleo, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra literalmente atrapado en capas de roca, a gran profundidad (Martins, 2013). Esta tecnología de desarrollo no convencional tiene más perjuicios que beneficios, ya que resulta muy dañino para el medio ambiente y las personas de comunidades aledañas, provoca que se desperdicie el agua, genera problemas de contaminación del agua, reduce el precio del petróleo generando dependencia energética para otros países, entre otros. En cuanto al Perú, es inevitable ignorar sus efectos negativos, especialmente en la Amazonía peruana y comunidades y pueblos cercanos a los lugares donde se practica. La solución parecería venir con la economía ambiental, ya que busca que distintas superficies terrestres no se vean explotadas por procesos de fracking, además de que propone mantener un equilibrio natural entre la hidrofracturación, las empresas, las personas y el medio ambiente.
Finalmente, se han expuesto algunas consideraciones importantes respecto a la economía ambiental, lo cual es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de ciertas iniciativas de regulación de actividades como el fracking. En realidad, es una invitación a dejar de lado esa mirada reduccionista de considerar solo costos monetarios y en su lugar tener una visión más amplia, realista, plural y justa de la relación entre los seres humanos y la naturaleza, para la toma de decisiones en proyectos vinculados a los recursos naturales y a la promoción del bienestar de todos y todas. De no comprender esto, se estará prolongando la necesidad de políticas estrictas de protección del medio ambiente y, definitivamente, terminaremos alterando la capacidad de la Tierra para sustentar la vida.
Bibliografía
Castro, J. 2018. El “fracking” y la destrucción de la Amazonía peruana. Servindi - Servicios de Comunicación Intercultural. www.servindi.org.
Cumbre Pueblos. 2019. FRACKING Qué es, Proceso. Ventajas, Desventajas.
https://cumbrepuebloscop20.org/energias/fracking/
Enterarse. 2019. ¿Qué es el fracking y cuál es su impacto? Mundo.
https://www.enterarse.com/20200319_0001-que-es-el-fracking-y-cual-es-su-impacto
Fracking. 2019. Ventajas y desventajas.
https://sites.google.com/site/frackingshcmc/ventajas-del-fracking
Guerrero, V. 2021. Fracking. Beneficios fugaces… ¿daños permanentes? Revista ¿Cómo ves? Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. www.comoves.unam.mx.
http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/198/fracking-beneficios-fugaces-danos-permanentes
Martins, A. 2013. Qué es el fracking y por qué genera tantas protestas. BBC News Mundo.
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/10/131017_ciencia_especial_fracking_abc_am
Portal Web SINIA. 2019. Sinia.minam.gob.pe.
https://sinia.minam.gob.pe/informacion/estadisticas
Servindi. 2018. Fracking: Hidrocarburos no convencionales en el Perú. Servindi - Servicios de Comunicación Intercultural. www.servindi.org.
Sin duda, se debe tener mayor consideración y conciencia sobre procesos como el fracking. Muy probablemente no vivamos en el año en que las consecuencias a largo plazo producidos por este proceso afecten considerablemente al planeta, una lástima que la economía ambiental no tenga suficiente peso aún sobre la toma de decisiones. Muy interesante artículo, me encantó!
ResponderBorrarMuy buen artículo!
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