Edición a cargo Fiorella Perez
Imagen: Iberoeconomía |
Cifras en el Perú
Es preciso tener presente que, hasta el 2019 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estimaba que en el Perú 1 de cada 5 jóvenes peruanos no tenían un empleo, ni estaban capacitándose en algún grado de estudio. Asimismo, el Consejo Nacional de la Juventud (CONAJU) considera como joven a la población de 15 a 29 años de edad. Esta población en el año 2019 representó a un poco más de 8 millones de personas; de las cuales el 46,3% tenían empleo y se encontraban trabajando, el 25,4% solo se dedicaron a estudiar, el 11,5% estudiaron y trabajaron y el 16,8% ni trabajaron ni estudiaron (NINI).
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática. ENAHO, 2019.
La evidencia indica que este no es un problema que afecta a todos los jóvenes por igual. Según un estudio realizado en el 2018 por el Banco Interamericano de Desarrollo, en Perú, de cada 100 ninis, 65 son mujeres y solo 35 son varones. El mismo estudio, también, reveló que del total de jóvenes encuestados, el 15% son padres de familia, entre las que se encuentran muchas madres adolescentes. Estas cifras muestran que aún persiste la exclusión social y marginalización a las mujeres jóvenes en el sector laboral. Paralelamente, el estudió, destacó que más del 50% de los jóvenes ‘nini’ tienen educación básica completa (primaria y secundaria). Sin embargo, existe un 15% que, a pesar de contar con educación superior, también se encuentra en esta categoría.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática. ENAHO, 2019.
Adicionalmente, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el año 2019, la población que ni estudia ni trabaja alcanzó 1 millón 400 mil jóvenes entre 15 a 29 años de edad. De ese total el 66.8% eran mujeres y el 33.2% hombres.
Es así como algunas condiciones relacionadas con la pobreza y el género producen un conjunto de barreras difíciles de superar. Sin embargo, según el economista Hugo Ñopo (2020), existe la excepción de estas diferencias de género en el quintil de la población con ingresos más altos, en donde no se perciben. Por lo cual, aproximadamente el 70% de los “ninis” pertenecen a los tres quintiles con menores ingresos.
Asimismo, de acuerdo con el Director ejecutivo de la Red de Estudios para el Desarrollo, Oswaldo Molina “En los últimos cinco años, el número de jóvenes ‘ninis’ aumentó en más de 380 mil. Y la diferencia entre el porcentaje de varones y mujeres ‘nini’ se ha mantenido entre 10 y 11 puntos porcentuales durante este período” (2020).
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática. ENAHO, 2019.
Aumento de “ninis” durante la pandemia
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática, sólo entre los jóvenes de entre 14 y 17 años de edad, al comparar el periodo enero- marzo del 2021 con similar trimestre de 2020, los/las adolescentes que no estudian ni trabajan aumentó a 0.5 p.p., mientras que, la población de adolescentes que solo estudian disminuyó en 2.5 p.p.; en cambio, aumentaron los/las adolescentes que solo trabajan en 2.7 p.p., por último, los/las adolescentes que estudian y trabajan disminuyeron en 0.7 p.p.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática. ENAHO, 2019.
Agregando a lo anterior, en el año 2021, la población que no estudia ni trabaja aumentó a 19.4% en el área urbana y a 7.6% en el área rural. Finalmente, de la población adolescente de 15 a 17 años de edad con educación secundaria, el 20,0% no estudia ni trabaja.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática. ENAHO, 2019.
El estudio del BID, antes mencionado, contiene 3 mensajes fundamentales:
El perfil típico del “nini” en América Latina es una mujer que no ha terminado la educación secundaria y vive en un hogar urbano pobre o vulnerable. El factor de riesgo más importante asociado a la mujer en condición de “nini'' es el matrimonio antes de los 18 años y el embarazo durante la adolescencia. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2018 (ENDES) 12.6 de cada 100 adolescentes están embarazadas o son madres.
Son los hombres los que han contribuido al incremento en el número de ninis en la región. A medida que las mujeres se han incorporado al mercado de trabajo, en un contexto en el que la creación de empleos es limitada, a ellos les resulta más complicado obtener trabajo.
Normalmente el camino que lleva a ser “nini”, en el caso de los hombres, es la deserción escolar temprana para empezar a trabajar, seguida del desempleo. Al abandonar la escuela antes de terminarla, los jóvenes por lo general carecen de las habilidades necesarias para conseguir un trabajo en el sector formal, por lo que en la mayoría de los casos se conforman con empleos temporales e inestables en el sector informal. Una vez que pierden estos puestos de trabajo, nunca regresan a la escuela.
Adicionalmente, la Dra. Garavito, docente principal en la Pontificia Universidad Católica del Perú experta en temas laborales, resaltó:
En general la transición del estudio al trabajo, constituye la evolución normal del desarrollo de las personas. No obstante, ante problemas de carencias económicas en la estructura familiar, uno de los desafíos que enfrentan sus miembros, en edad de estudiar, es la disyuntiva entre trabajo y educación. En este contexto, en algunos casos, los adolescentes se ven obligados a abandonar los estudios prematuramente para insertarse en la fuerza laboral, o en su defecto permanecen en el hogar sin participar en la actividad económica ni estudiar, todo lo cual determina un deterioro del capital humano adquirido previamente y un perfil de ingresos bajos a lo largo de su vida laboral (como se citó en INEI, 2015).
Efecto de “ninis” en la Economía y políticas a implementar
Es importante mencionar el efecto adverso de los “ninis'' en los ingresos, no sólo reduce el producto total de la economía debido a una menor productividad laboral (el motor del crecimiento). También obstaculiza la igualdad. Una mayor incidencia de ninis en los hogares pobres intensifica las desigualdades existentes, obstruye la movilidad social y la reducción de la pobreza a largo plazo (Ferreira et al., 2013; Vakis, Rigolini y Lucchetti, 2015).
Las políticas públicas deben considerar como prioridad minimizar la deserción escolar y en segundo lugar, incrementar la inserción en el mercado laboral de los ninis.
Respecto a la primera propuesta, los adolescentes abandonan sus estudios por falta de recursos económicos en el hogar o en el caso de las mujeres por un embarazo. Por tanto, es fundamental implementar un programa, por ejemplo, de becas al mérito para solventar a aquellos estudiantes que no puedan cubrir sus gastos en estudios; asimismo, es indispensable que en las escuelas se dicten cursos y talleres de educación sexual integral, los cuales, según la UNESCO (2018) deben usarse como medida para combatir el abandono escolar de las niñas y adolescentes que en muchas ocasiones terminan en matrimonios forzosos o precoces. Se requieren medidas orientadas especialmente para esta parte de la población femenina que conforma, por una gran diferencia, la mayor proporción de ninis.
En segundo lugar, las políticas públicas para la inserción de los ninis en el mercado laboral se deben orientar a capacitaciones, tanto de formación académica como técnica, y al mismo tiempo, la creación de oficinas de empleo que informen a los jóvenes de las oportunidades laborales, las demandas de parte de las empresas y los requerimientos que se necesitan, de esta manera, es posible incentivar a los jóvenes a capacitarse para conseguir un puesto de trabajo en el sector formal. Conviene destacar que, el Ministerio del Trabajo y Promoción del empleo (MTPE), ha ofrecido, en el marco de los 200 años de la Independencia, las “Becas jóvenes Bicentenario” dirigida a “ninis”, las cuales permitirán a los jóvenes capacitarse en 13 oficios de alta demanda laboral a escala nacional en los sectores agroindustrial, comercio y construcción; de modo que, sea posible acceder a un empleo formal y les abra las puertas a la empleabilidad futura. Se espera que este tipo de medidas continúen llegando a las zonas de menores recursos donde se localiza la población vulnerable de ninis.
De igual forma, fomentar programas de emprendimiento con diseños innovadores y basados en evidencia, junto con servicios públicos para la promoción de empleo, pueden mejorar la empleabilidad de los jóvenes. Merece la pena subrayar que, la Secretaría Nacional de la Juventud (SENAJU) es la institución encargada de fomentar el desarrollo integral de los jóvenes peruanos en temas de empleabilidad y mejoramiento de la calidad de vida.
Reflexión final
En conclusión, las cifras nos muestran un aumento de los ninis en medio del contexto de pandemia por COVID 19, por lo tanto, es urgente afrontar este problema. Son necesarias intervenciones eficaces para reducir las tasas de deserción escolar, promover los estudios superiores en los jóvenes y mejorar la obtención de empleo de los ninis, especialmente en las zonas con menores ingresos. Por consiguiente, es importante invertir en soluciones integradoras como programas sectoriales y multisectoriales (énfasis en políticas con enfoque de género dada las diferentes causas que afectan a un nini hombre y una nini mujer) que aseguren resultados en el corto, mediano y largo plazo, y que se gesten desde la niñez y adolescencia de la población.
BIBLIOGRAFÍA
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Berrocal Montoya, L. (2018). Adolescentes que no estudian ni trabajan y su condición de vulnerabilidad: sobre la base de los resultados de los Censos Nacionales 2017 XII de Población, VII de Vivienda y III de Comunidades Indígenas. INEI
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1632/libro.pdf
Ferreira, F., Messina, J., Rigolini, J., López, L., Lugo, M. y Vakis, R. (2013). Economic Mobility and the Rise of the Latin American Middle Class. Washington, D.C.: Banco Mundial.
Garavito C. (2015). Educación y trabajo juvenil en el Perú urbano.
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Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). (2021). Estado de la niñez y Adolescencia.https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-ninez-y-adolescencia-ene-feb-mar-2021.pdf
Miñán, W. (2021). “Ninis”: más de 1.5 millones de jóvenes no estudiarían ni trabajarían este año.GESTIÓN.https://gestion.pe/economia/ninis-mas-de-15-millones-de-jovenes-no-estudiarian-ni-trabajarian-este-ano-noticia/?ref=gesr
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). (2021). El MTPE lanza convocatoria de Beca Jóvenes Bicentenario. Nota de prensa. https://www.gob.pe/institucion/mtpe/noticias/494845-el-mtpe-lanza-convocatoria-de-beca-jovenes-bicentenario
Molina, O. (2020). Los ‘ninis’ en el Perú: una generación golpeada por la pandemia. EL COMERCIO.https://elcomercio.pe/economia/peru/los-ninis-en-el-peru-una-generacion-golpeada-por-la-pandemia-por-oswaldo-molina-opinion-noticia/?ref=ecr
Tavera, J., Oré, T. y Málaga, R. (2017) La dinámica de la población que no estudia ni trabaja en el Perú: quiénes son, cómo son y cómo han cambiado. Apuntes 80, 5-49. http://www.scielo.org.pe/pdf/apuntes/v44n80/a01v44n80.pdf
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